sábado, 24 de octubre de 2009


Cuando la cerveza se calienta demasiado, el cenicero esta lleno y el paquete vacio, pierdo la cabeza, y me siento un desgraciado. Traté de que el corazón no me diera explicación, para no derramar lágrimas en tu honor. Traté de que mis ojos no te vieran tan lejos, pero siempre será así mi triste por venir.